El sector recreativo de Castilla-La Mancha, como el resto de España, atraviesa por un momento delicado. El parque de máquinas continúa en descenso con un nuevo modelo de hostelería que pone en peligro la viabilidad de muchas operadoras. Hablamos con Ramón Penadés, presidente de la Federación FAMACASMAN.
¿Cuántas máquinas B de hostelería se han dado de baja en 2023 y cuánto se ha reducido el parque respecto a 2022?.
Todavía no se nos han facilitado por parte de la Administración Autonómica los datos definitivos sobre la variación del parque de máquinas en Castilla-La Mancha en este pasado año 2023. Lo que si se nos ha anticipado es que se habría producido una reducción del parque de unas doscientas máquinas aproximadamente, lo que supone continuar con la negativa tendencia que se viene registrando desde hace años.
¿Cuáles son los principales objetivos del colectivo de operadores de máquinas B en bares de Castilla-La Mancha?.
El principal objetivo es, sin duda, trabajar para frenar esta preocupante reducción del parque de máquinas de hostelería que se viene repitiendo año tras año. Es un problema difícil de resolver, porque va muy íntimamente ligado al cambio de modelo de los negocios de hostelería, que van migrando a tipos de locales en los que las máquinas hoy por hoy no están teniendo encaje. Sin embargo, hay que seguir trabajando, de la mano de los fabricantes de máquinas y del propio sector hostelero, para tratar de encontrar fórmulas que sigan haciendo que las máquinas continúen formando parte complementaria de los establecimientos de hostelería.
Ahora mismo, ¿cuál es la mayor preocupación o “amenaza” para el sector recreativo de Castilla-La Mancha?.
Sin duda, la mayor preocupación es la comentada, como conseguir frenar e invertir la tendencia de descenso del parque de máquinas en hostelería que se viene produciendo año tras año, de forma ininterrumpida, desde hace más de una década. Como señalaba anteriormente, es un grave problema, de compleja solución, pero que exige que busquemos soluciones para tratar de revertir esta tendencia antes de que el sector siga reduciendo su presencia en este canal de hostelería.
¿Qué cambios se requieren a nivel regulatorio/administrativo para que el sector de máquinas en bares sea más competitivo?.
Por el momento las soluciones a esta problemática creo que son más de tipo empresarial, pasan por encontrar fórmulas que sigan haciendo que las máquinas sean atractivas para los clientes de los establecimientos de hostelería, especialmente para esos nuevos modelos de negocio en los que actualmente las máquinas no tienen cabida o aceptación. Sin embargo, no cabe duda, que la Administración puede y tiene que ser sensible a esta situación, admitiendo determinados modelos de máquinas con una tributación inferior a la actual, que impide que muchos locales puedan disponer de máquinas por no poder asumir el alto coste tributario que conlleva su instalación.
¿Creen que las máquinas de juego tienen cabida en los nuevos establecimientos de hostelería o deberían ofrecer algo más?.
Es el gran reto que tiene por delante el sector. Como decía anteriormente, el cambio de modelo de negocio de muchos establecimientos de hostelería parece imparable, por lo que el gran desafío que tiene por delante el sector es encontrar máquinas que sean atractivas para los clientes de estos nuevos tipos de locales. No es una tarea fácil, pero con empeño e implicación de todos los sectores afectados (operadoras, fabricantes y hosteleros) estoy convencido de que se pueden llegar a encontrar modelos de máquinas que tengan aceptación en la nueva hostelería.